Historia
La historia
de la astronomía es el relato de las observaciones, descubrimientos y conocimientos adquiridos
a lo largo de la historia en
materia astronómica.
La astronomía
surge desde que la humanidad dejó de ser nómada y se empezó a convertir en
sedentaria; luego de formar civilizaciones o comunidades empezó su interés por
los astros. Desde tiempos inmemorables se ha visto interesado en los mismos,
estos han enseñado ciclos constantes e inmutabilidad durante el corto periodo
de la vida del ser humano lo que fue una herramienta útil para determinar los
periodos de abundancia para la caza y
la recolección o
de aquellos como el inviernoen que se
requería de una preparación para sobrevivir a los cambios climáticos adversos.
La práctica de estas observaciones es tan cierta y universal que se han
encontrado a lo largo y ancho del planeta en
todas aquellas partes en donde ha habitado el hombre. Se deduce entonces que
la astronomía es probablemente uno de los oficios más antiguos,
manifestándose en todas las culturas humanas.
En casi todas
las religiones antiguas existía la cosmogonía,
que intentaba explicar el origen del universo, ligando este a los elementos
mitológicos. La historia de la astronomía es tan antigua como la historia del
ser humano. Antiguamente se ocupaba, únicamente, de la observación y
predicciones de los movimientos de los objetos visibles a simple vista,
quedando separada durante mucho tiempo de la Física.
En Sajonia-Anhalt, Alemania,
se encuentra el famoso disco celeste de
Nebra, que es la representación más antigua conocida de
la bóveda celeste.
Quizá fueron los astrónomos chinos quienes
dividieron, por primera vez, el cielo en constelaciones.
En Europa, las doce constelaciones que marcan el movimiento anual del Sol
fueron denominadas constelaciones
zodiacales. Los antiguos griegos hicieron importantes
contribuciones a la astronomía, entre ellas, la definición de magnitud.
La astronomía
precolombina poseía calendarios muy
exactos y parece ser que las pirámides de Egipto fueron
construidas sobre patrones astronómicos muy precisos.
La inmutabilidad
del cielo,
está alterada por cambios reales que el hombre en sus observaciones y
conocimiento primitivo no podía explicar, de allí nació la idea de que en el
firmamento habitaban poderosos seres que influían en los destinos de las
comunidades y que poseían comportamientos humanos y por tanto requerían de
adoración para recibir sus favores o al menos evitar o mitigar sus castigos.
Este componente religioso estuvo estrechamente relacionado al estudio de los
astros durante siglos hasta cuando los avances científicos y tecnológicos
fueron aclarando mucho de los fenómenos que en un principio no eran
comprendidos. Esta separación no ocurrió pacíficamente y muchos de los
antiguos astrónomos fueron
perseguidos y juzgados al proponer una nueva organización del universo.
Actualmente estos factores religiosos superviven en la vida moderna como supersticiones.
Esfera
Armilar
A pesar de la
creencia común, los griegos sabían de la esfericidad de la Tierra. No pasó
desapercibido para ellos el hecho de que la sombra de la Tierra proyectada en
la Luna era redonda, ni que no se ven las mismas constelaciones en el norte
del Mediterráneo que
en el sur. En el modelo aristotélico lo
celestial pertenecía a la perfección («cuerpos celestes perfectamente esféricos
moviéndose en órbitas circulares perfectas») mientras que lo terrestre era
imperfecto; estos dos reinos se consideraban como opuestos. Aristóteles
defendía la teoría geocéntrica para
desarrollar sus postulados. Fue probablemente Eratóstenes quien
diseñara la esfera armilar que
es un astrolabio para
mostrar el movimiento aparente de las estrellas alrededor de la tierra.
La astronomía
observacional estuvo casi totalmente estancada en Europa
durante la Edad Media,
a excepción de algunas aportaciones como la de Alfonso X el Sabio con sus tablas alfonsíes,
o los tratados de Alcabitius, pero
floreció en el mundo con el Imperio
persa y la cultura árabe.
Al final del siglo X, un gran observatorio fue construido cerca de Teherán (Irán),
por el astrónomo persa Al-Khujandi,
quien observó una serie de pasos meridianos del Sol, lo que le permitió
calcular la oblicuidad de la
eclíptica. También en Persia, Omar
Khayyam elaboró la reforma del calendario que es más
preciso que el calendario julianoacercándose
al Calendario Gregoriano.
A finales del siglo IX, el astrónomo persa Al-Farghani escribió
ampliamente acerca del movimiento de los cuerpos celestes. Su trabajo fue
traducido al latín en el siglo XII. Abraham
Zacuto fue el responsable en el siglo XV de adaptar
las teorías astronómicas conocidas hasta el momento para aplicarlas a la
navegación de la marina portuguesa. Esta aplicación permitió a Portugal ser la
puntera en el mundo de los descubrimientos de nuevas tierras fuera de Europa.
Historia
Reviewed by Erika Maradiaga
on
2:50 p.m.
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